Fue una mañana de las que se dice de perros,
expresión a extinguir, porque en comparación con los animales de granjas industriales nuestros queridos chuchos llevan una vida regalada. Por la ventana de mi clase
veía levantarse nubes de polvo y aún con las ventanas cerradas, notaba la
arenilla entre los dientes. Los abetos que hay fuera comenzaron a bailar el swing de la
tempestad y yo me iba temiendo la llegada de la tarde, cuando empezó a llover y
si programar un encuentro literario en los postres del Carnaval ya es una
temeridad, con una alerta amarilla pintando el mapa de mi provincia, ¿qué podía
esperar? Lo de siempre, un acto para minorías, casi un grupúsculo
revolucionario las veinticinco personas que nos juntamos para conocer a Pilar Adón. Me la imaginaba echando maldiciones,
al verse en este páramo, azotado por el viento y con el cielo como panza de
burro, que diría el poeta.
Erré con mis expectativas, porque Pilar Adón se
mostró en todo momento motivada, abierta, jovial y transparente. Y sobre todo
lúcida. Desde la misma obertura lo dejó claro: “mi vida son los libros”. Pero
todo tiene un comienzo, un año cero y ella lo describió como una especie de intuición,
de vocación temprana. A pesar de no crecer rodeada de libros, por carácter, surgió en ella una inclinación por buscar “su habitación propia”. No es casualidad que el aislamiento y la huida sean temas
recurrentes en su literatura. Y como sabemos todos, “leer te lleva a escribir”.
Pero lo que quizá no esperaba Pilar Adón era la mitosis: los brazos de pulpo
que parten de una vocación temprana por los libros y que le llevan no solo a
escribir relato, poesía, novela, sino a traducir y embarcarse en la aventura ártica de fundar un
editorial en España y para colmo, en plena crisis económica. Impedimenta, para más señas. Pilar nos
contó que renunció a un puesto de trabajo como funcionaria para dedicarse por
completo a la literatura, ya que no podía compaginarlo todo. Esta apuesta arriesgada (y valiente, un conformista como
yo lo ve así) fue una decisión que generó muchas advertencias y movimiento de
cabeza fatalistas: “no pongas todos los huevos en la misma cesta”. Pero estos
huevos eclosionaron y vuelan a su aire, habiendo aminorado la posibilidad de
una tortilla desastrosa.
Hay ciertos temas que se repiten en la obra de
nuestra escritora, con independencia del formato: la huida, el deseo de estar
en otra parte, las relaciones de dependencia y de poder. La separación. Preguntada
además sobre el papel de la naturaleza en su obra, una naturaleza hostil, nos confesó que al escribir huye del espacio urbano, donde
vive y trabaja. Según Pessoa “el arte nos sirve porque nos saca de aquí”, la
escritura y la lectura ayudan al escapismo.
Un momento de la charla. Por ahí está un servidor, encogido y tomando notas. |
Sobre cómo se gestó Las efímeras, de la que no hice reseña porque ya hay muchas y muy buenas por parte de otras compañeras blogueras, nos contó que fue una mezcla de curiosidad en torno a las comunidades utópicas del XIX y el tema del buen salvaje. Como anécdota, descubrió la existencia de la comunidad libertaria del mismo nombre después de publicar la novela, a través de una fotografía que ilustraba una reseña en Babelia. Parece que la idea quedó prendida cuando se documentaba para una novela anterior, Las hijas de Sara y afloró en algún momento de la escritura de Las efímeras. El cerebro debe tener unos escondrijos la mar de interesantes, capas profundas de nuestra mente donde persiste mucho de lo que creemos olvidado.
A Pilar se nota que le gusta el encuentro con sus
lectores, lo disfruta y teje su tela de araña, en la que nos dejamos atrapar. Pero
no siempre el encuentro es tan sosegado, en un club de lectura de cierta
ciudad, se encontró con treinta lectores hostiles que abominaban de su libro de
relatos El mes más cruel. Después de
la charla no es que los convenciera, pero si que los dejó noqueados. Le dijeron
que esperaban a alguien odioso, depresivo y triste, encontrando en cambio a una
persona sosegada que tiró de paciencia frente a los leones.
Hablando de los personajes de Las efímeras, Pilar se reconoce en la hipersensible Violeta y admite
que lo pasó mal cuando se deshizo de Dora. En una imagen muy hermosa, que le
hicimos notar y nos explicó, Dora, egoísta y dominante, recibe la ayuda
de la naturaleza, de esos gorriones que esparcen sobre ella migas de pan. Aunque
su preferido es Denis, una especie de hombre lobo que lleva sobre sus hombros
toda una maldición familiar. Anita representa el orden social, un lector le
dijo que para él sufría el síndrome del poder. Es algo que destaca Pilar Adón al charlar con sus lectores: llegan a conclusiones que ella, como escritora, no se planteó en ningún momento.
Esto me hace ver la literatura, el buen libro, como un artefacto con vida
propia. Como la creación desbocada de un Víctor Frankenstein.
Pilar Adón nos contó su experiencia como editora, con verdaderos devotos de Impedimenta entre nosotros. La venta de libros flaquea, sobre todo desde el último trimestre del año pasado. ¿Asistimos a una transición, a un cambio de paradigma o al inicio de una debacle? Para Pilar Adón y las editoriales que forman parte del grupo Contexto, la literatura tiene una labor no solo lúdica, sino educativa y social. Quizá la baja tolerancia a la frustración, el alarde despreocupado de la propia ignorancia, el rebrote de lo milagrero, de la superstición que abolió el siglo de las luces, la cultura de lo fácil, en fin, esas piedras en el zapato de nuestra época, no sean el mejor sustrato para que crezca el número de lectores. Hay muchas formas fáciles y sin esfuerzo de entretenerse y si hay que pensar, mejor un eslogan que un libro.
Más cosas y me dejo un buen puñado de notas por no
alargar la cuestión, que sabemos que el formato digital encaja mal con la larga
distancia. Para eso, de nuevo, lo mejor es un libro. Pues salió el tema de la
traducción, tarea laboriosa y poco valorada que “requiere familiarizarse con la
voz del autor y respetarla” y es que el “traductor es autor”, debe comportarse
como un “fantasma” y ella procura traducir sin dejar su marca de autor.
Espero haber logrado transmitir parte de la esencia
de nuestra charla, el puñado de lectores que nos reunimos en torno al fuego de
Pilar Adón, en una tarde desapacible y creamos nuestra burbuja, perdiendo la
noción del tiempo. Hubo momento para las firmas y me hice con su último libro
de poesía, con el que cené esa noche y
recomiendo porque trata el tema de la maternidad, desde el punto de vista de la
madre, de la hija y de la mujer que no será madre, interesante y poco habitual.
Le hicimos perder el tren, pero seguro que no nos guarda rencor. La tribu
lectora resiste y mientras haya personas, mientras exista ese deseo de huir, de
buscar amparo y hallar respuestas a preguntas imposibles, habrá libros.
Pues lo has hecho magníficamente, Gerardo. Nos has acercado a Pilar Adón, la persona, no solo la autora que escribe éste o aquel libro, eso es lo que más me ha gustado, descubrir a una mujer motivada, lúcida, agradecida... aún estando en ese "petit comité" que nos mencionas.
ResponderEliminarNo todas las escritoras están dispuestas a perder un tren, en medio de esa solitaria llanura que habitas...
Un abrazo ;)
Desde luego, no se quejó ni puso mala cara en ningún momento. Disfrutamos mucho, todos, intuyo que ella también. Fue un gran día para todos.
EliminarUn abrazo.
Le tengo muchas ganas a ese libro de poesía de Pilar Adón con el que cierras tu entrada.
ResponderEliminarBueno, supongo que los escritores tienen de sobra asumido que su actos no mueven masas así que, incidencias climáticas y resaca carnavalera aparte, no creo que Pilar Adón se sorprendiera mucho de la discreta audiencia.
De Pilar conocía su faceta no solo de escritora sino también de traductora y su relación con Impedimenta, aunque no sabía que era una de sus fundadoras. Me sorprende y me maravilla a la vez que haya renunciado a su trabajo como funcionaria para dedicarse en exclusiva a la literatura, hecho que también desconocía.
Me he acordado, a raíz de la anécdota del club de lectura sobre El mes más cruel, de una entrevista a Sara Mesa en la que contaba que la gente se sorprendía cuando la conocía porque por la temática de sus libros solían imaginarla más sombría y deprimente. También me ha gustado lo que dice Adón de que a veces le sorprenden las conclusiones a las que llegan sus lectores al leer sus libros. Estoy de acuerdo en que eso es lo maravilloso de la lectura y para mí en su caso es aún más maravilloso porque cuando la leo siempre me quedó con la impresión de que no alcanzo a comprender todo lo que pretende con lo que escribe pero sin embargo me llevo muchísimo de lo leído.
Muchas gracias por acercarnos tus impresiones del encuentro a los que con gusto nos hubiésemos sumado a ella.
Un abrazo
Te encantará ese libro, seguro. Además la edición es muy bonita. Me pasé hace unos días por la biblioteca y vi un premio Espasa de poesía, lo cogí a ver que tal y bueno... menos mal que compré el de Pilar Adón y me pude quitar el regusto a cliché.
EliminarMe pareció alguien con las ideas muy claras, con verdadera vocación. Puede que a Sara Mesa le pase lo mismo, pero creo que en sus libros es aún más retorcida que Pilar Adón, jaja. Por cierto, pensé también en Sara Mesa a la hora de invitar a una escritora contemporánea.
Si vivieras más cerca, no dudes que te habría invitado.
Un abrazo.
No sabía de la relación entre Pilar Adón y la editorial Impedimenta. Interesante dato. Para los funcionarios, que alguien deje un trabajo tan estable por la aventura literaria es algo muy peligroso. Imagino que pediría una excedencia.
ResponderEliminarSiempre he defendido el carácter creador de la traducción. Salvo que traduzcas manuales de instrucción de batidoras o prospectos de medicinas, tienes que dominar unlenguaje muy literario para traducir literatura y ser capaz de crear giros que resulten naturales en la lengua de destino que son muy diferentes de los de la lengua de origen que serían antinaturales. Me resulta un trabajo muy difícil y poco valorado.
Mientras haya libros como "Las efímeras" seguirá habiendo literatura y lectores porque son de los que crean adicción lectora.
Un beso.
Imagino que era más bien un empleo en una institución pública, pero aún así, olé por ella. He conocido otros casos, Landero, Eslava Galán, Eloy Moreno. Cuando se trata de decidir, los escritores vocacionales lo tienen claro.
EliminarA mí también me parece dificilísimo traducir, me gusta leer en inglés y pasarlo al castellano y que suene natural, me veo incapaz. Aparte de respetar la voz original, que esa es otra.
Me atrapó "Las efímeras", aunque Pilar Adón se prodiga más en el relato corto, la prefiero como novelista.
Un abrazo.
Qué envidia me dan esos encuentros con un autor y entre un grupo reducido. Hablar distendidamente sobre sus libros o en qué situación se crearon me parece una manera excelente de conectar.
ResponderEliminarLeí Las efímeras hace casi tres años y recuerdo que el ambiente opresivo de un naturaleza agrestre y hostil, me resultó agobiante. Además, la soledad de todos los personajes, cada uno con sus peculiaridades, me deprimió mucho porque la autora demostró claramente que la sociabilidad del ser humano es completamente egoísta, si buscamos relacionarnos con los demás es para sentirnos menos solos.
Enhorabuena por ese entrañable encuentro con Adón y gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Esa es la parte buena, que al ser pocos el encuentro se convirtió en una charla entre amigos y no la típica clase magistral. Aunque la hubo, porque Pilar tiene la cabeza bien amueblada y las ideas muy claras.
EliminarLa novela me fascinó y resultó agobiante, pero a veces con las lecturas esa sensación me gusta, me abstraigo por completo.
"El infierno son los demás", decía Sartre y es una manera de ver las cosas. Desde luego, si caes entre la gente equivocada, lo es. De ahí viene el deseo de escapar y estar solo.
Un abrazo.
¡Ale otros más a la lista! No lo escribo como algo negativo, pero son tantos "los pendientes" para mí que un día de estos se me rompen las orejas. Bonita entrada y muy alentadora a la lectura. Un abrazo.
ResponderEliminarQué responsabilidad, creo que debemos hacer un pacto: por cada reseña que publique, me dejas una sugerencia de lectura. Así vamos, como se dice, "fifty-fifty".
EliminarUn abrazo.
Pacto no aceptado, no por nada sino porque me llevas mucha ventaja y los libros que te pueda sugerir ya los has leido, y los otros... pues mejor no perder el tiempo. Un buen fin de semana y un abrazo.
EliminarBueno, yo lo he dejado caer, jaja. Buen finde para ti también.
EliminarUyyy, ese lateral, Gerardo, con Yuval Noah Harari, me has puesto los dientes largos. Ya quise llevarme su "Sapiens" de viaje al Perú... pero al final tuve que contenerme, y lo tengo en la recámara. Te esperaré paciente ;)
ResponderEliminarEl libro aborda temas tan interesantes que supera los límites de una reseña, pero quién sabe, jeje. Creo que es mejor empezar por "Sapiens", es el primero y este "Homo deus" recoge algunas ideas y amplia otras de ese libro, con el mismo estilo, por lo que veo (llevo 50 páginas), explotando la fórmula que lo ha convertido en un éxito mundial. Ahora, como lo empieces ya no paras!
EliminarMuy interesante Gerardo la charla con la escritora, un lujo. Muchas gracias porque a través de tus palabras ha sido como escucharla un poco. Leí varias reseñas sobre la obra de Pilar Adón y desde luego tu propuesta las complementa, nos acerca a la persona.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Conxita. Apenas he dado cuatro pinceladas, si está por tu ciudad acércate porque merece la pena.
EliminarUn abrazo.
Qué privilegio encontrarse con el autor de un libro que has leído y poder contrastar lo que significa para ti y lo que quiso transmitir. Es un enriquecimiento mutuo que engrandece la obra.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por contarlo
Sin duda, es la mejor manera de incentivar la lectura y entrar en esa novela que a veces se resiste. Para el autor también debe ser gratificante.
EliminarUn abrazo.
Post interesante, me encanta venir pues siempre me topo con algo que me gusta, un saludo y un gusto estar aqui, adoro cosas con ese genero.
ResponderEliminarGracias por pasarte, ya te he devuelto la visita.
EliminarSaludos.