Enciclopedia de los muertos de Danilo Kiš (Foto: Editorial Acantilado) |
Hay autores
con los que uno tiene un pálpito, intuición alimentada por los detalles increíbles de su biografía, algún fragmento
leído por casualidad, una reseña aquí y allá o los elogios de
escritores consagrados y foreros anónimos ocultos tras su avatar. Cuando por fin ese libro, de ese autor, cae en tu poder, lo abres con
tembloroso deleite, como si tuvieras entre tus manos concentrada toda esa
esperanza llameando. La edición de Acantilado
de Enciclopedia
de los muertos contribuye a ello. En negro riguroso, con un texto
manuscrito donde figuran apellidos y nombres seguidos de un número, ¿qué
contendrá?
Enciclopedia de los muertos es
un libro de relatos, pero me cuesta reducirlo a este calificativo. Son nueve
piezas, de extensión variable y un “post scriptum”, esto es, aclaraciones
posteriores del propio autor. El hilo conductor queda claro desde el título. La individualidad de la muerte. El sacrificio, el martirio, el asesinato. El exterminio y sus gruesas raíces; la masacre
colectiva que contiene con toda su fuerza el fragmento atribuido a Kurt Gerstein con el que Kiš cierra el
relato “El libro de los reyes y los tontos”.
Son
historias donde el juego literario y la forma se imponen continuamente sobre el
argumento. Donde predomina el lirismo y lo onírico. Donde sobrevuela lo
fantástico o fantasmagórico, según. Requieren una lectura atenta, meditada y
despaciosa. Es lo que a veces ocurre con el relato breve, no permite
distracciones porque todo se encuentra condensado.
En Enciclopedia de los muertos se solapan
los géneros. Danilo Kiš bebe de fuentes históricas, de leyendas sobre las que
se cierne la duda de su veracidad y sobre las que la narración arroja poca luz.
Tan solo añade sombras.
Juega al formato clásico, con un final sorpresivo, pero insertando elementos fantásticos o convirtiéndolo en un ensayo histórico-filosófico donde interviene lo metaliterario, un recurso que en “Sellos rojos con la efigie de Lenin” llega al paroxismo. Este juego es el que propone Kiš. Nos seduce, nos enreda, nos engaña; nos da de beber pero nos deja con sed. El “post-scriptum”, lejos de aclarar, lo embrolla todo aún más.
Juega al formato clásico, con un final sorpresivo, pero insertando elementos fantásticos o convirtiéndolo en un ensayo histórico-filosófico donde interviene lo metaliterario, un recurso que en “Sellos rojos con la efigie de Lenin” llega al paroxismo. Este juego es el que propone Kiš. Nos seduce, nos enreda, nos engaña; nos da de beber pero nos deja con sed. El “post-scriptum”, lejos de aclarar, lo embrolla todo aún más.
“Simón el Mago” es la genial obertura de Enciclopedia de los muertos. ¿Es una diatriba contra el Dios
judeo-cristiano, presentado como un tirano que subyuga al mundo? ¿O una
reflexión sobre la reversibilidad de los dogmas? El final bífido y por tanto
ambiguo, contribuye a alimentar la duda. Y es que hay veces que los relatos de
Kis se resuelven como un sueño: despertando. Así quedan en la mente del lector,
flotando con ese aire de indefinición.
El
relato que da nombre al libro me ha parecido, además de puro entretenimiento,
por los sucesivos misterios y hechos que se van desvelando, un auténtico
resorte de conciencias. Una mecha que enciende varios fuegos y hurga muy
dentro. Me ha hecho pensar en la propia vida y su finitud; en la “singularidad de cada individuo y la unicidad de cada acontecimiento”;
en la memoria y los recuerdos, irremediablemente falseados, pero al mismo
tiempo vivos; volátiles, pero sólidos. Por cierto, (y ya me repito) el
“post-scriptum” añade la guinda final a este relato, imprescindible leerlo.
En “El
libro de los reyes y los tontos”, traza la siniestra trayectoria de un libro
destinado a influir en la infamia de Europa. Afirma Kis: “quería poner en duda, a través de un ejemplo comprobado por la
Historia y más o menos conocido, la opinión comúnmente aceptada de que los
libros sólo sirven para el bien”. Al tener un conocimiento previo sobre el
tema me desligué un poco de la narración, que por momentos consiguió hastiarme;
no sé qué impacto tendrá en quién lo lea y no sepa nada sobre esta obra, que se
cita con el nombre de “El complot”.
Enciclopedia de los muertos
propone un juego exigente al lector, agotador si cabe. Es una propuesta
maximalista, que gustará a muchos y adormecerá a otros. En mi caso, me he sentido agobiado, incluso aburrido por la minuciosidad de algunos relatos;
sorprendido y atrapado por el encanto y la magia de otros. Abrumado por todas
esas cuestiones existenciales derramadas sin tiento. Esperaba mucho de Kiš, anhelaba que éste fuera
el libro de relatos definitivo. No lo es. Todavía no se qué huella ha dejado en
mi, su forma es indeterminada. Pero sé que es palpable y por eso me he animado
a hacer esta reseña. Un libro que más que recomendable, calificaría de
interesante enigma.
*Para el que quiera saber algo más sobre esta Enciclopedia de los muertos, es muy recomendable el programa que le dedicaron en el portal literario Milana Bonita y que se puede escuchar aquí:
*Para el que quiera saber algo más sobre esta Enciclopedia de los muertos, es muy recomendable el programa que le dedicaron en el portal literario Milana Bonita y que se puede escuchar aquí: