Elegía para un americano (The Sorrows of an American en la edición original) es una
novela publicada por Siri Hustvedt en 2008. La escritora norteamericana nació
en 1955 en Northfield, Minnesota, aunque su familia es de origen noruego. Según
Wikipedia actualmente vive en Brooklyn, Nueva York, junto a su marido el
también escritor Paul Auster, con quien tiene una hija, la actriz y cantante
Sophie Auster.
Se
trata de mi primera novela de Hustvedt, a la que he llegado por diversas
recomendaciones, bien fundamentadas, de otros blogs. Una obra compleja en la que
me he sumergido con facilidad y fue mi última lectura de 2016.
La
historia comienza a andar cuando Erik Davidsen, un reputado psicoterapeuta que
es el narrador principal y su hermana Inga, mientras ordenan el archivo de su
padre que acaba de morir, encuentran un documento acerca de un incidente del
que no tenían constancia y sobre el que deciden investigar. De este hecho del
pasado envuelto en el misterio se van desligando otras dos tramas, basadas en
la vida de los dos hermanos, componiendo una serie de historias cruzadas y
encadenando una intriga con otra. La estructura de la novela las va alternando
conforme avanza. Así, Erik alquila parte de su vivienda a una joven
ilustradora, Miranda y su hija de cinco años Eggy. Comienza a sentirse atraído
por ella, cuando descubre que su ex pareja, un artista un tanto perturbado, la
acosa tomándole fotografías sin su consentimiento. Inga, por su parte, es la
viuda de Max Blastein, un afamado escritor muerto de cáncer con el que tiene
una hija en común recién salida de la adolescencia. Aquí aflora la tercera
intriga, la de unas cartas que Max dirigió a una amante con la que
presuntamente tuvo un hijo y que Inga trata de recuperar.
Como
pivote entre estas tres historias, se incluyen en cursiva fragmentos del diario
del viejo Lars, que la autora confiesa en una nota al final que son de su
propio padre, y de paso se compone la historia generacional de los Davidsen, ¿o
es de los Hustvedt? Debe ser cosa de la novela posmoderna de la que tanto he
oído hablar.
Siri Hustvedt en su residencia de Nueva York (foto: elpais.com) |
La
estructura y el juego que propone Hustvedt, las tres historias que se alternan
y de la que afloran a su vez nuevos personajes y subtramas, da idea del trabajo
de preparación que hay detrás de Elegía
para un americano. Y de sus altibajos, puesto que en algún momento la
novela se desequilibra hacia un lado u otro, incluso la trama del principio, el
secreto innombrable del viejo Lars, acaba perdiendo interés y su desenlace es
decepcionante. De hecho, la mayoría de historias se resuelven de forma poco
verosímil.
En una
entrevista que he leído mientras preparaba la reseña, Hustvedt afirma: los auténticos secretos del libro no están
en la trama, sino en otro sitio.
Esto me ha confirmado una sensación que he tenido al leer Elegía para un americano y es que toda esa parafernalia de tramas,
intrigas e historias cruzadas resulta un simple gancho para mantener atento al
lector y lo que importa en realidad son un conjunto de temas, entre los que
destaca el modo de afrontar el duelo y la pérdida de los seres queridos.
También la gestión de un trauma, definido como aquello que nos resistimos a que forme parte de nuestras vidas.
Entre ellos el recuerdo del 11 de septiembre y en el caso del diario de Lars,
la Guerra del Pacífico. Es un libro que reflexiona sobre la memoria, porque nuestros recuerdos siempre resultan
alterados por el presente. Por último, tiene su parte filosófica, sobre los
límites del conocimiento de las personas que amamos y del modo en el que experimentamos
el mundo. De nuevo, Hustvedt nos dice al respecto que no experimentamos el mundo, sino nuestras expectativas del mundo y
que ninguno de nosotros somos quienes
creemos ser. Los amantes, de Magritte. Fuente: Revista Atticus. |
El libro se explaya en cuestiones relativas al psicoanálisis y la neurociencia, a mi parecer en un tono (es cierto que el narrador es psiquiatra, pero aún así, resulta forzado) demasiado didáctico, como de trabajo académico y no encajan bien en una artefacto literario.
Las
experiencias que rodean a los personajes, su pasado que les ha modelado en lo
que son, ayudan a crear profundidad. Pero Hustvedt llega a ser tan exhaustiva,
tan analítica, que hay momentos en los que noto cierta distancia. Ha sido como
asistir a la disección de un cadáver, una lección magistral de anatomía del
personaje, pero en definitiva, sobre algo muerto. Me ha dejado una sensación de
frialdad, de cierto intelectualismo exagerado. Las neurosis de neoyorkinos pijos,
sabelotodos, divorciados, prisioneros de sus traumas, resultan un tanto
desquiciantes. Falta humanidad, sobra cálculo y quizá el interés que por
momentos despierta la historia no logra afianzarse como es debido y puede
incluso que por momentos se derrumbe. Hay pequeñas grietas en la construcción
de Erik, que es el narrador principal, que le restan verosimilitud. De hecho,
esa sensación de estar ante personas que no parecen reales, aumenta en el caso
de su hermana Inga. Aún así, me ha parecido una autora interesante, de la que
también tengo en lista Todo cuanto
amé, que para la crítica pasa por ser superior a Elegía
por un americano.
Hay cosas en tu reseñan que indican que esta no es una lectura redonda pero también muchas otras que me hacen pensar que sí puede ser de mi interés.
ResponderEliminarCon esta autora aún no me he estrenado pero, al igual que tú, he leído reseñas en otros blogs sobre sus libros que me han hecho fijarme en ella. Supongo que tendré que plantearme seriamente leer algo suyo. Lo que no sé es si el elegido será este u otro título.
Un abrazo
Así es, tiene elementos muy interesantes, pero se desinfla y a veces el tono no me parece el más adecuado. A ratos si que me ha gustado, por eso la he traído al blog. Sigo pensando que se trata de una autora a tener en cuenta.
EliminarUn abrazo.
No la he leído. De momento, no la incluyo en mi lista.
ResponderEliminarA su marido, sí, con pasión.
Un saludo
Precisamente la novela recuerda a ratos a "Brooklyn follies" e incluso uno de los personajes (Max Blastein) parece un calco de Paul Auster. Sin embargo, creo que Auster consigue dotar a sus personajes de mayor personalidad, son más veraces y Hustvedt se queda en el simulacro. Claro que esto es solo mi opinión.
EliminarSaludos.
A pesar de los "contras" que has indicado, a mí me atraen muchos elementos de los que has indicado: las historias cruzadas, ese filosofar sobre el (des)conocimiento de las personas a las que queremos, esa gestión del duelo...Quizás es cierto eso de que el secreto de algunas tramas están en otro sitio.
ResponderEliminarEstupenda tu reseña, Gerardo.
Un beso
Tiene elementos interesantes. La idea de historias cruzadas que se va alternando con mucho dinamismo me atrapó al principio. El problema es que no están bien resueltas. Los temas sobre psicología son un punto a favor, pero a veces los trata con un enfoque más académico que literario, no sé si me explico.
EliminarUn abrazo.
De las tres novelas que he leído esta que hoy reseñas es la que menos me gustó, de hecho pasaron unos años hasta que leí la tercera que reseñé hace poco El verano sin hombres. De las tres, Todo cuanto amé es la que más me ha gustado.
ResponderEliminarDe lo que recuerdo de esta Elegía..., persiste la sensación de que se alarga innecesariamente y que las historias deambulan sin tener muy claro hacia dónde las quiere conducir.
Pese a ello me parece una escritora interesante.
Un abrazo!!
Precisamente me acerqué a la autora por una de tus reseñas y este es el que encontré en la biblioteca. Había otros, pero al comenzar a leer me enganchó. Por desgracia, como dices, con tanta historia cruzada acaba enredándose. Aunque puede que todo fuera una excusa para tratar ciertos temas, al menos así lo deja caer en la entrevista que cito.
EliminarNo es una autora que haya dejado de lado, al contrario, sigue en nómina.
Un abrazo.
Esa novela me la regalaron hace años, comencé a leerla pero perdí interés o no terminó de atraparme. Luego, más tarde, si volví a leer otros libros de ella que si me gustaron. La que no me gusta nada es mi memoria, porque no sé si fue "Todo cuanto amé" o " Verano sin hombres " o ambas, lo que me parece muy probable, dado que cuando me agrada un libro busco más de la misma autora o autor . Sí recuerdo que trataba muchos temas relacionados con la neurología y por eso me agradó, porque me interesa muchísimo y los exponía de modo sencillo. Aunque coincido contigo en que puede chocar en la narratividad de una novela. Tras leer esta reseña estoy pensando que quizá le dé otra oportunidad algún día.
ResponderEliminarUn abrazo, Gerardo.
Por ese lado (el de la neurología), la autora se nota que se ha preparado a conciencia. En la página de agradecimientos y en alguna entrevista, reconoce que asistió incluso a conferencias y foros de especialistas, aparte de leer mucho y bien sobre el tema. Reconozco que saqué ideas sugerentes, algunas las he incluido en la reseña, pero hay un tonillo academicista que entra muy mal o quizá es cosa mía. De "Todo cuanto amé" hablan bastante mejor, así que será la próxima.
EliminarUn abrazo.
Gerardo mientras te leía iba oscilando entre decidir a leerla o dejarla pasar, hay muchos temas que me interesan pero que no estén bien resueltos los temas me acostumbra a molestar un poco, así que igual me inclino por iniciarme con esta autora en alguna de sus otras novelas.
ResponderEliminarGracias por tan estupenda reseña.
Saludos
Tiene elementos interesantes, no es una mala lectura. Pero no llega a ser redonda, en mi opinión y al parecer la autora es capaz de más.
EliminarGracias a ti por pasarte, saludos.
Solo he leído de esta autor "El verano sin hombres" y me gustó bastante. Esta de la que hablas la apunto ya mismo porque tiene todos los ingredientes que me gustan. Por cierto, Paul Auster, del que he leído casi todas sus novelas porque me gusta muchísimo, parece ser que está a punto de publicar una nueva, después de no sé cuantos años sin regalarnos nada.
ResponderEliminarUna reseña que engancha y atrae. Muchas gracias.
No lo sabía, habrá que estar pendiente. Creo que Paul Auster no me ha decepcinado nunca como lector, aunque no he leído toda su obra.
EliminarVeremos.
Según te iba leyendo me he ido desinflando. Que ya avisaras de una lectura compleja me puso en alerta (no estoy yo ahora mismo para leer complejidades) pero esa intriga en las historias me atraía. Cuando ya has comentado lo del "intelectualismo exagerado" he pensado que si a ti te parece eso, yo no voy a conseguir ni entender el título.
ResponderEliminarPor cierto, si los auténticos secretos del libro no están en la trama, ¿dónde se encuentran? ¿en la sobrecubierta? ;)
Creo que este lo descarto ya mismo. Gracias por esta fantástica reseña.
Un abrazo, Gerardo.
La estructura y la serie de historias cruzadas me enganchó al principio, pero luego pierden interés. Los personajes son un tanto pedantillos, aunque también hay corazón y temas universales. No es una lectura del todo descartable, aunque no creo que sean de las que convencen. Aún así lo acabé y lo he traído a la llanura, ponle un 6 sobre 10.
EliminarUn abrazo.
Muchas gracias por la recomendación. Quizá sea un libro que no guste a todo el mundo, pero no está de más echarle un ojo. Yo es raro que no lea un libro que caiga en mis manos. Un saludo desde el blog La Roca más Diamante del mundo
ResponderEliminarEs una buena lectura, con sus limitaciones. Yo también tiendo a devora-libros, pero si no me convence soy de dejarlo a medias y ponerme con otros. Te sigo y he leído en alguna ocasión.
EliminarSaludos.
Hola!
ResponderEliminarHe estado tentado de comprar este libro varias veces, más que nada porque me gusta Paul Auster y tengo curiosidad por ver lo que escribe su esposa. Al final nunca me he decidido y siempre me he ido de la librería sin el libro de Siri Hustvedt. Después de leer la reseña, "Elegía para un americano" lo dejo en el limbo porque creo que me van a pesar más las sombras que las luces.
Gracias por el artículo, y felicidades por el blog. Es estupendo!
Un saludo!
En una entrevista Siri Hustvedt decía algo así como que la literatura forma parte de su vida conyugal. Intuyo que efectivamente, se influyen el uno al otro. En esta novela el personaje de Inga se lamenta además de su "invisibilidad" por tener un marido famoso, al final siempre eres la esposa "de". El libro se puede leer, aunque hubo detalles que no me convencieron.
EliminarGracias por tu visita y un saludo.
Buenas tardes Gerardo.
ResponderEliminarHe llegado hasta tu blog buscando opiniones de esta novela que acabo de terminar de leer, en mi caso publicada recientemente por Seix Barral.
Es mi primer acercamiento a esta autora y la verdad, he elegido fatal para estrenarme. Me alegra ver que tu opinión se asemeja muchísimo a la mía, hilos que se pierden, personajes que no me han parecido creíbles, remates de historias que defraudan, etc. Lo que es cierto es que escribe de tal forma que te sumerges en el libro desde la primera página y aunque lo que te esté contando no acabe de convencerte no se te pasa ni por un momento por la cabeza abandonar el libro Me ha gustado mucho tu reseña y por aquí me quedo como una seguidora más.
Besos
Encantando de tener a alguien más con quién compartir lecturas y opinar entre todos sobre libros, ese es el fin de este blog. Y perdona por contestar tan tarde, pero blogger mandó tu comentario a moderación y no lo entiendo porque tengo los comentarios abiertos. En fin. Por otros lectores de Hustdvet, se que tiene libros mejores. Lo que no hay duda es que es una escritora de las buenas, pero incluso estos a veces no logran rematar del todo una historia.
EliminarUn abrazo.
No hay historia, ni hilo argumental
ResponderEliminarSolo retazos inconexos de personajes inconexos. Insufrible
Se pasa de posmoderna con tanta indefinición. Hace tres años que lo leí y dejó poca huella. Con todo, creo que tenía aspectos salvables. Pero en fin...
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